Este perro, tranquilo y leal, es robusto y musculoso. Su mayor originalidad se encuentra en la piel, que, aunque dura, está suelta y es muy replegada. La cabeza es cuadrada y ancha y extrañamente arrugada. Sus pequeños ojos están hundidos y las orejas pegadas a la cabeza. El cuerpo es poderoso y musculado, arrugado especialmente en la cruz y la cola es llevada recta o enrollada sobre el lomo. Pelaje: corto, raso y tupido. Color: cervato, crema, rojo o negro.
Si se le proporciona ejercicio diario el Shar pei vive bien en apartamento. Los pliegues de su piel no requieren ningún cuidado particular, aunque pueden producir en los cachorros dolorosas inflamaciones de los párpados. Tienen buena salud aunque son sensibles al demodex, un parásito de la piel.
El Shar pei es tranquilo y leal, equilibrado y muy afectuoso con la familia. Ama a los niños, a los que instintivamente se propone defender. Con los extraños es reservado, pero no es mordedor. Es sensato y disciplinado. Tiene una gran capacidad de adaptación que le lleva a vivir en apartamento.
El Shar pei es una raza de origen chino muy antigua, de hecho se cree que deriva del cruce entre mastines y perros nórdicos (quizás siberianos). Durante mucho tiempo su dedicación fue la guarda de los templos, el combate y la caza de jabalíes, hasta que en el Pekín imperial fue adoptado por la corte. La revolución china lo consideró un animal de lujo por lo que estuvo al borde la extinción en los años 50. Gracias a un criador de Hong Kong y a su peculiaridad entraron en los Estados Unidos, donde se hicieron muy populares y se pudo regenerar la raza.
En la antigüedad se consideró perro de guarda y también de caza, pero actualmente su mayor "misión" es la de ser perro de compañía.
Pros: - Tranquilo. - Capacidad de adaptación. - Sensato y cariñoso. - Excelente guardián.
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